La TV Cubana no cambia...


Aquí mando YO - Juvenal Antena
La TV Cubana no cambia. Cuando creemos que más o menos se ´ajustó´ viene el paletazo que nos demuestra que nada cambia. Que todo sigue igual.

Tras 20 años alternando novelas el verano pasado ¡se hizo el milagro! Tuvimos novela brasileña full. De lunes a viernes ‘como Dios manda’.

No fue exactamente buena voluntad. La cubana, en constante falta, no estaba lista o algo por el estilo y Avenida Brasil nadie la aguantaba tras infinitos nueve meses de tiras y encojes.

Obvio, que de tener una sustituta del patio, quizás no nos hacen la ‘caridad’. Pero así pasó y con idéntica frecuencia vimos Paraíso tropical, que se fue como agua en los seis meses que duró.

Asustados que al finalizar la de Gilberto Braga, volviéramos a un pasado felizmente superado, respiramos con alivio cuando vimos que la de Aguinaldo Silva (su sucesora en Brasil y aquí) venía el mismo ritmo.

Dos caras era un producto ‘difícil’ y la transmisión diaria ayudaría a diluir un poco la expectativa, amén de despachar lo más rápido posible los buches amargos de su irregular comienzo.

Peeero... la felicidad dura poco en casa del pobre y nuevamente vienen a hacer injertos en una programación de por sí endeble (a pesar de la aparatosa propaganda, mucho mejor que antaño, pero con nada digno de anunciar). El tiempo de las Maité y lo que representan pasó. Es hora de seguir adelante.

No que la brasileña a diario fluyera sin percances... Claro que no.

Con la aparición de La otra esquina (bastante mejor que la actual), tuvieron que hacer malabares y correr media hora la novela del Canal Habana, que a su vez se superpuso a la de Multivisión. Si fueran pirateadas y el público no las siguiera fielmente, no importaría. Pero miles de dólares y media hora rayando las 11 de la noche sí determinan.

El policiaco UNO, vino a complicar más la parilla empujando Paraíso… a las 10 pm (aunque formalmente su horario oscilara entre las 9 y 30 pico y las diez menos cuarto).

Para colmo, el Noticiero incluía su Cubadice los martes (con lo que se agregaban 15 minutos más de demora a la congestionada y siempre impuntual programación televisiva).

Aun así sobrevivimos. La otra esquina terminó como empezó (ya que poco o nada evolucionaron sus personajes o situaciones), pero al menos no dejó el sinsabor de las series anteriores.

Paradójicamente Cubavisión no se quedó sin ‘novela cubana’.

¡Era Dos caras! que a pesar de producida por la Globo enfocaba y enfoca diez veces mejor problemáticas tan cercanas a nosotros como el racismo, la marginalidad, las asimetrías sociales, la religiosidad, el valor de la educación (aunque desde un contexto diferente) y un largo etc., sin dejar de tener ese toquecito de folletín que también [y tanto] falta a las de aquí.

Justamente, cuando la historia venía a cuajar e imponerse en el gusto masivo llega el ‘golpe’ y lo peor para encajar nuevamente un producto defectuoso a ojos vista.

Mientras el sábado sigue sin musicales [permanentes] de calidad, Entre amigos continúa monopolizando el miércoles con cursilerías de cabaret y Amaury se roba los martes para conversar con sus amigos (sus muuuuchos amigos).  

Está claro que no sólo el amor no alcanza. El día tiene 24 horas y el ‘horario estelar’ menos de tres. ¿Dónde van a meter una serie cuyo único mérito tangible es cubrir los 45 minutos que el espacio exige?

Quizás donde mismo ubicaron UNO, pero entonces vuelve el dilema de los horarios saturados y el choque con la nueva novela del Canal Habana (que según rumores pronto saldrá al aire).

La solución aparente (reubicar los musicales de forma más estratégica) no parece plausible. El vino amargo se vuelve vinagre. Y el público... ¿el público? ¡bien gracias!

Por otro lado, el ‘entretenimiento puro’ – tan ‘incompatible’ con la filosofía TVC – tiene carta abierta en Multivisión que no sólo es una embajada americana en pleno ICRT, sino que emite sin sonrojo una carnicería como Herederos de una venganza a plenas tres de la tarde o le da a El secretario la ventaja que hoy le niega a Dos caras. Y la colombiana, créanme, es ligerita. Muy ligerita.

¿Dónde está la lógica?

No parecen entender los funcionarios…
  • Que la telenovela brasileña es el plato fuerte de la programación (sí, lo es). 
  • Que está concebida para salir de lunes a viernes. 
  • Que las editan para optimizarlas y ajustarlas al ritmo internacional vigente.  
  • Que una telenovela diaria como mismo aumenta las expectativas de disfrute (pues establece una costumbre), las disminuye (pues el público exige menos del capítulos en la esperanza que el de mañana sea mejor). 
  • Que dilatar la historia un año sólo crea hastío y con él insatisfacción en la audiencia.  
  • Que el efecto sándwich amortigua las malas propuestas y potencia las buenas... (si sabes que tras un programa regular, vendrá otro de mejor calidad, el disgusto es menor...)
  • Que al alejar a los espectadores y lanzarlos a los brazos del 'paquete' dejan de cumplir su  cometido ideológico, pues televisor apagado o DVD encendido es igual a mensaje no transmitido.
No se puede ser más católico que el Papa. Y sobre todo, no se puede jugar en el equipo contrario pretendiendo que se hace en el de casa...

La TV Cubana no cambia. La TV Cubana tiene que cambiar.

PS. El público se manifiesta por los pocos canales que tiene (Granma, Cubadebate, Cubasí, Opinión pública o correo del canal). Ahora hay que ver si le hacen caso.

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