¿Esposas… o televisión desesperada?

Por: Antón Vélez Bichkov
La felicidad dura poco en la casa del pobre. Esta mañana terminó la reprise de Cabocla, que aguada y sosa, al menos era una novela brasileña. En su lugar, otra retransmisión Esposas desesperadas, que paradójicamente no sólo muestra la desesperación de sus protagonistas, sino de la TV Cubana, que ya no sabe qué poner para rellenar su parilla.

Con la aparición de nuevas señales en el aire, no sólo aumentó el número de canales disponibles, sino un viejo problema del la TVC: la falta de opciones para programar. Si la tarea era ardua con dos canales y seis o menos horas al aire, hoy que Cubavisión transmite todo el día y la mayoría de estos empiezan por la mañana y terminan pasadas las 12 de la noche, la cosa se agudiza. El problema se multiplicó primero por 4, luego por 6.

Las series emigran de estación a estación. Terminando en una, empiezan en otra. Las películas - también pirateadas - igual. Lo más gracioso es que no parece haber ningún tino, ni estrategia (aunque alguien ha dejado entrever que sí: supuestamente, así los que no la vieron la primera vez la podrán ver por… ¿la décima?).

Esta jugada era ya conocida en la programación infantil (otra teoría made in ICRT: los niños crecen y las nuevas generaciones tienen derecho a disfrutar lo mismo que vieron sus mayores… si por eso fuera, habría que retransmitir los Horizontes de los años 60).

La piedad y racionalidad, parecen ser palabras desconocidas para ‘nuestra’ televisión, pues incluso estando corta de recursos, no sólo nos tortura con ‘más de lo mismo’, sino que mal administra las pocas opciones de que dispone. ¿Es racional que haya dos series, casi de estreno en las madrugadas, cuando el ‘horario estelar’ – allá quien se crea el titulito – cancanea y nos da un Su propia guerra (paradójicamente bien hecho, a pesar de su pobre factura) de hace 18 años y nos dosifica la arrastrada Páginas de la vida, como si fuera una droga fatal, que hay que administrar con sumo cuidado?

Algunos dirán, que sus contenidos son inadecuados para horas más tempranas; lo que sucede es que para el patrón ‘moral y ético’ de la televisión nacional, habría que ver cuáles contenidos son ‘ajustados’ para el espacio entre las 8 y las 10 de la noche. Parece que nada.

El Noticiero (vaca sagrada de los medios, el vehículo oficial del país – muy inferior a su colega del cierre, más dinámico y variado).

Una novela extranjera, escogida con pinzas, porque ¡imaginen! hay que tener cuidado con el (suave) ‘veneno’ que destilan (‘nuestros valores son otros’) y además de unos desconcertantes cuentos y teatros, que afloran por paquetes (temporadas, como la han cogido con llamarle, imitando, obvio es, a sus colegas foráneos), que a pocos interesan y menos aún pueden calificar como obras estéticamente dignas.

Por el medio mil y un programas didácticos, que con la aparición de los canales educativos, pensamos, iban a exilarse allá, pero no: “¡caquita, el entretenimiento puro es pecado!”, por eso hay que, entre col y col, meter una lechuga… (o un Hablemos de salud, el 'programa del mosquito' o En la vía).

En los pasillos y eventos teóricos las mismas discusiones de hace más de 25 años: falta de recursos, falta de creatividad, falta de continuidad en las ofertas nacionales, falta de esto, de lo otro, de lo de más allá. Gracias a Dios que el tema ‘humorístico’ está en ‘hibernación’, pues parece que la crisis ‘pasó’ (al menos hay bastantes, aunque igualmente regados sin ton, ni son en el esquema de programación). Y siempre la esperanza de un ‘tiempo mejor’.

Saber que la esperanza de los realizadores cubanos de tener, algún día, una novela cubana diaria – lo usual en el mundo – es irreal, nos da más confianza en el futuro y en la ‘grandeza de Dios’. En apariencia, se emiten novelas extranjeras (brasileñas básicamente), sólo por la imposibilidad de la TVC de rellenar esa franja con producto local, no porque haya que satisfacer diferentes gustos y apetencias; porque debe haber variedad o porque debe haber una pieza más o menos clásica del género.

Las cubanas, difícilmente, encajan en ese patrón y cuando tratan de hacerlo naufragan en las aguas pantanosas de los ‘malos-dramas’ (‘melodramas’ según ellos), copiando lo peor del género y con una habilidad limitada. Tampoco dan en el clavo, cuando de ‘realismo’ se trata. ¿Entonces qué…?

El mismo hecho de querer mantener, caprichosamente, tres noches de la semana reservadas para ofertas nacionales es un acto de voluntarismo, porque enfrenta dos factores objetivos: 1) no hay nada que poner; 2) YA NO QUEDA NADA QUE RETRANSMITIR… Por ello, justamente, la franja matutina que presentaba una brasileña y una cubana de repetición, tuvo que poner dos series, porque ya se agotaron unas y otras.

Mientras tanto, entre 08h00 y 16h00, más o menos, programación educativa por CV, por TR, por CE1, CE2. Sólo Multivisión escapa de esta avalancha, con su programación ‘fresca’ (claro, pues es un compendio de todos los canales de Dishnetworks, más algunas que otras ofertas ‘compradas’) y mínimamente estructurada. De cualquier modo, en los horarios de ‘batalla’, nada que ‘compita demasiado’ con otros ‘espacios televisivos estratégicos’.

Ya los funcionarios del Instituto tuvieron la ‘amarga experiencia’ con Dibu o Mi familia es un dibujo y jamás colocarían frente a uno de los ‘platos fuertes’ de la casa, cuya degustación parece obligatoria, algo que hiciera migrar en masa a un espectador aburrido y que cada vez recurre menos a la TV ‘oficial’ para el entretenimiento... Series y novelas en DVD, más algunos reductos de ‘antena’ (¿será que quedan?) suplen sus carencias de distracción y diluyen (¿anulan?) el mensaje que tanto esfuerzo hace para pasar (imponer) la TV Cubana.

PS.: Fue por un artículo de Pedro de la Hoz, criticando las ‘madrugadas de Cubavisión’, que la TVC en vez de repetir programación, lo cual era bastante racional (le daba el chance a aquellos que por H o por B no vieron el programa X o Y de disfrutarlo en horario alternativo) empezó a diseñar un esquema ‘original’ para esas horas… El esquema, cuando analizamos, es bastante ‘efectivo’: hay 2 series, una película y una novela emitidas ‘de pegueta’, sin intercalados didácticos… el lío es ¿quién ve eso a las una de la mañana? Tal vez los fantasmas... y algunos desvelados, como yo...

Comentarios

abelcuba ha dicho que…
Buen post, indiscutiblemente. Has hecho una radiografia excelente de la TV, poniendo la carencia de ideas ante los indiscutibles (e indiscutidos)problemas materiales que la aquejan. Gana en síntesis, diserta pero no abrumes. No todos tienen la capacidad de asimilar tanta informacion y los desvias de tus objetivos.