Actores sin voz, ni acento


Me ha tocado ver, de soslayo, par de fragmentos de la tal Esclava blanca y me desayuno que el protagonista es cubano, el mismo de aquella debatible película de Jorge Luis Sánchez, Irremediablemente juntos.

Por lo que vi, sigue con el mismo problema de proyección que le resta (a él y otros actores de Cuba) 'expresividad' y 'credibilidad'. Puede que lo dé todo con el rostro, pero la voz no lo acompaña.

Ejemplos: el Pichi, de pocos recursos, pero mucha suerte (al punto de ser el más internacional).

Hay toda una generación de intérpretes que no saben usar la voz para modularla, según la emoción que deseen expresar y todo les suena igual.

Obvio que estamos en la radio. Mucho menos en un doblaje español.

Pero no hay que ser científico para saber que la voz se quiebra cuando nos embarga la emoción o hablamos en falsete, en casos de gran alteración.

O sea, que cada estado anímico tiene su tono y en darlo reside una innegable maestría.

Más crítico es cuando les toca imitar acentos extranjeros (una escuela totalmente perdida) o insertarse en producciones de otros países.

No se trata de martillar o raspar las 's' o las 'r', como los mexicanos. Eso es una herencia azteca.

Pero se entiende que les cueste, a pesar de haber algunas 'estrellas' criollas en Televisa o semejantes, abrirse un camino en la industria, en particular ahora que hay tantos emigrados sin trabajo.

Ojo, no abogo, ni abogaré por la aculturación que, contradictoriamente, padecen muchos que salen de Cuba y a las dos semanas ya están hablando con raros dejes.

Alexis Valdés fue un caso. Hoy aclimatado en Miami y de retorno a su 'matriz fonética', tuvo una 'era española' bastante marcada. Su padre Leonel, viviendo el mismo tiempo allá no.

Lo mismo le pasa a su exmujer Jacqueline Arenal - casualmente o no, de las actrices que padecían el defecto que abre el comentario. Hiere el oído su entonación pseudo-colombiana que ya no deja ni cuando viene.

Como mismo nos hiere no sólo la entonación, sino los comentarios de la gran Beatriz Valdés sobre la 'neutralidad' del español venezolano, que hoy asumió como suyo, so pretexto que nosotros 'tenemos una papa en la boca'.

De Susana Pérez no quiero ni hablar. Lo de ella es la multiplicación del artificio y venía desde aquí. Si bien, siempre supo trabajar la voz.

Pero sí no dejo de notar que les falta el oficio para aclimatarse, como actor que es, a cualquier requerimiento, incluso en el extranjero.

Entonces, cuando abren la boca, recitan sus bocadillos - muchas veces impronunciables por su baja calidad dramática - dejando claro que no son de allá y que la actuación no es realmente su fuerte.

Ejemplo: Carlos Enrique Almirante que alterna con la mentada Arenal en la recién estrenada Sinú, río de pasiones (Canal Habana, 10pm). Desentona, sencillamente, desentona.

Con esto surge la pregunta: con una escuela histriónica tan academizada (no sólo hay filtros, para ingresar, sino un cargado programa lectivo), las nuevas generaciones de actores están saliendo sin mecanismos básicos para su oficio.

Si a eso sumamos la inmadurez existencial, tan crucial para invocar las emociones y una inadmisible falta de presencia (ya sea en pro o en contra, no todos pueden ser galanes y bellezas, pero sí deben tener personalidad), nos preguntamos ¿qué actores están saliendo para las calles?

Ver una serie juvenil o con elenco predominante joven es una tortura. La radio, opción de última instancia para el joven, es la que más se reciente, pues es pura voz. 

De hacer clásicos. Teatro español. Lorca. Como se hizo aquí... ni hablemos. No saben decir esos textos.

Terminan recitando con el mismo tonito marciano - pues no existe en el universo hispano - o dándole un sabor de barrio bajo que, lamentablemente, se ha vuelto normativo.

Comentarios

novoluar ha dicho que…
Puede que la mayoría ni lo note, pero a mí esas 'oscilaciones' me crean 'ruido en el sistema'. Ahora mismo, Jackeline Arenal no se decide si es cubana o colombiana, cuando en un mismo bocadillo alterna dos acentos diferentes en la recién estrenada Sinú, río de pasiones.