NTV Al mediodía: ¿caminando por la noticia?

Al Noticiero del mediodía lo único que le falta es que le pongan La caminadora como tema de presentación.

La dirección del espacio no entiende que el estudio del NTV no fue concebido para que los locutores se desplacen por los sets. Estos ni siquiera tienen 'vasos comunicantes'.

Entonces se rompe la 'magia de la televisión', exponiendo sus trastiendas... (bafles, cables, camarógrafos mal vestidos, lo único que falta es que aparezcan los baños o los pantries).

Sin contar, los baches en el tempo o los 'ruidos' por falta de coordinación, dificultades técnicas o elementales problemas de profesionalismo. No hay día que Diana Valido no cometa algún error de locución, lo cual no son gajes del oficio. 

El noticiero sigue largo. Sin dramaturgia. Se agota en los primeros tres minutos (con las notas principales). Luego, vienen distintos tipos de 'rellenos'.

No entiendo que tras los titulares, casi de inmediato, vengan 'adelantos'. Si el programa estuviera dividido en bloques, los 'adelantos' tendrían su espacio en el cierre de cada uno. Para dejar al público enganchado.

Aquí, no hacen más que duplicar la función de los titulares que podrían ser más 'completos'.


Por otro lado, la creación de un segmento temático 'especial' tras el primer grupo de noticias, ha desplazado el bloque internacional para la segunda media hora, cuando el espectador, probablemente, esté agotado y no tiene el mismo poder de atención.

Como en la prensa plana, abundan hoy las tablas y estadísticas. Si antes en los noticiarios criollos había un toque radial, pues la mayoría de las notas carecían de imagen, ahora se suma el toque impreso con gráficas que pueden adornar, pero no suplen lo principal: la ilustración textual de la noticia con imágenes en movimiento

En general, la visualidad continúa en baja (ya era hora de que uniformaran y mejoraran el diseño gráfico). 

Su posicionamiento en las redes sociales, crucial en los tiempos que corren, es tan limitado que fue imposible ilustrar este trabajo con el ejemplo concreto. 

Aparentemente ninguna de las emisiones tiene un canal de streaming en directo; ni siquiera un sitio que aloje sus versiones diferidas. 

Obvio, que para la SITVC, la pantalla tradicional, como insistentemente la llamó hoy Humberto Rodríguez durante la edición especial dedicada a la sesión del parlamento, sigue siendo prioridad. 

Pero en este caso se trata de la más básica acción de relaciones públicas en que la TVC, para variar, no anda bien parada, ya que la mayoría de sus programas carecen de una elemental información o base multimedia.  

Todo lo dicho arriba no sería tan determinante si el contenido hubiera experimentado una mejora.

Tú puedes poner a Diana de cabeza, pero si el contenido es el mismo, no valdrá de nada. No importa que haya un público benévolo aplaudiendo los cambios. Lo que están haciendo, amén de la buena intención, está mal hecho. 


Antón Vélez Bichkov)

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